Algo tan rutinario como llenar el bowl de tu perro puede afectar directamente su salud. Hoy en el mercado encontramos una gran variedad de bowls y materiales, pero ¿sabes cuál es el más seguro? Te lo comento a continuación.

Acero inoxidable:

Es uno de los materiales más comunes a utilizar en la alimentación cotidiana. No confundir con el bowl de aluminio.

• Muy resistente y no se rompe ni se abolla fácilmente.

• No retiene olores ni sabores y es fácil de limpiar. 

• No libera sustancias tóxicas.

• No se oxida ni se corroe con el tiempo.

Cerámica:

Vienen en una variedad de diseños y colores muy llamativos, lo que los hace un buen ítem decorativo.

• Fácil de limpiar.

• Generalmente son más pesados, por lo que es menos probable que los perros los volteen.

• Algunos bowls de cerámica de baja calidad pueden tener acabados que contengan plomo o sustancias tóxicas. Revisa que el sello del bowl indique que es libre de plomo.

   

   

Plástico:

Tienden a ser la primera opción a la hora de escoger un bowl por tener bajo costo. Sin embargo, es el que tiene más desventajas.

• Puede rayarse fácilmente, lo que puede crear grietas que albergan bacterias.

• Algunos plásticos pueden liberar sustancias químicas dañinas, especialmente si no son de alta calidad o si están expuestos al calor y en algunos casos generar reacciones alérgicas en la boca y nariz del perro.

Por: Dra. Natalia Stephens 👩🏼‍⚕️
Médico Veterinario
Especialista en Dieta Natural para Caninos, DNM University
Fundadora Huargos Chile

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